El Reiki llegó a mi vida en un momento de búsqueda, había en mi muchas preguntas, muchas dudas y pocas respuestas o soluciones.

Me llegó de la mano de un alma amiga, al notar la paz y la calma que irradiaba, sentí curiosidad sobre que estaba haciendo que le colaboraba de esa forma, al fin y al cabo, quería lo que ella tenía para mí.

Realice un taller de Nivel 1 y a los 6 meses aproximadamente me inicie del nivel 2. Tardé mas de 8 años en sentir la necesidad de iniciarme en el Nivel 3 y la maestría, y fue por el impulso irrefrenable que sentía de compartir esta sencilla y funcional terapia con las personas que venían a mi para consulta.

El Reiki es una herramienta complementaria a la medicina tradicional y las distintas terapias alternativas existentes. Originaria de Japón, esta técnica milenaria usa la energía universal que fluye en el cuerpo del terapeuta para transmitirla a la persona que recibe la terapia. ¡Es como un abrazo de energía!

Es una terapia que nos ayuda a relajarnos a disminuir nuestro extrés y a reducir la ansiedad. Es eficaz para mejorar el estado de salud y bienestar de una persona y se enfoca en equilibrar los campos energéticos del cuerpo, tanto interno como externo.

Ya sea para calmar dolencias o porque nos sentimos desarmonizados, angustiados, bajos de energía, tristes, etc…, reiki puede ser esa ayuda para restablecer nuestro estado de equilibrio y paz mental.

Es una metodología reconocida por la Organización Mundial de la Salud desde el año 1995 como una terapia complementaria de sanación.  A nivel mundial se utiliza en muchos hospitales donde se ha podido comprobar su eficacia en la mejora de muchas sintomatologías, mejorando muchos de los efectos secundarios.

¡No cabe duda de que nuestro humor y pensamientos tienen un impacto fuerte en nuestra salud! Según los principios de Reiki, todo en el Universo es energía en movimiento, y esa “energía vital” fluye por nosotros, alimentando cada célula, órgano y glándula. Cuando ese flujo se bloquea, enfermamos. La terapia Reiki te lleva a un nivel de relajación tan profundo que experimentas una paz increíble, lo que acelera tu proceso de sanación.

La terapia Reiki despeja los canales energéticos para que tu cuerpo pueda hacer lo suyo: sanar. Si tus niveles de energía andan por las nubes, tu cuerpo puede prevenir enfermedades antes de que siquiera aparezcan. Pero si los males ya te tienen de cabeza, no te preocupes, Reiki es un aliado para reducir los síntomas y ayudar en la recuperación. Toma el control de tu energía y tu salud.

LOS CINCO PRINCIPIOS DEL REIKI

TAN SOLO POR HOY…

  1. NO TE ENFADES:
    Respira hondo. La rabia y la ira son solo emociones, y como todo en la vida, son temporales. Si aprendemos a manejarlas con sabiduría, pueden impulsarnos a lograr grandes cambios. Pero si las dejamos desbordar, pueden ser muy destructivas. La clave está en canalizarlas desde la serenidad y el amor, y usarlas como motor del equilibrio, ya que a menudo surgen de la sensación de injusticia. Analicemos su origen y veamos si nos enseñan algo valioso o simplemente son un sentimiento negativo y autodestructivo.

  2. NO TE PREOCUPES:
    Ocúpate! Siempre podemos dedicar nuestros pensamientos y energía a nuestros objetivos. Haz lo que esté a tu alcance con todo tu empeño, pero no te aferres al resultado final.
    También es importante prestar atención a nuestros miedos y preocupaciones, pero sin dejar que nos dominen. Si algo está bajo nuestro control, pongámonos en acción; si no es así, confiemos en que todo saldrá bien para todos.
  3. SÉ AGRADECIDO:
    La gratitud es una fortaleza innata que todos poseemos, pero que hay que cultivar como un músculo. Cuando aprendemos a dar gracias, nos abrimos a un futuro lleno de posibilidades y vivimos con mayor plenitud en el presente. Según el budismo Zen, debemos ser agradecidos incluso por aquello que llamamos “malo”, porque todo lo que nos sucede es parte del paisaje de nuestra vida y nos brinda las lecciones necesarias para evolucionar hacia el amor. Donde antes veías un problema aprende a ver una “oportunidad”

  4. TRABAJA DILIGENTE Y HONRADAMENTE:
    ¡Cumple con tus obligaciones! Este principio también se puede expresar así. Despliega tus alas y persigue tus sueños sin miedo al fracaso. Dedica todo tu esfuerzo y pasión, sin aferrarte al resultado. Con el tiempo, verás cómo avanzas y te desarrollas.
    Pero, ¡alto ahí! Este principio no se limita al trabajo material, ¡nada de eso! Se trata de la labor espiritual. ¿Y qué es eso? Pues, se trata de ser conscientes de los desafíos que se nos presentan en la vida y actuar en consecuencia, siempre más acordes con nuestro verdadero ser, más amables, justos y útiles para los demás.

  5. SÉ AMABLE CON TODOS LOS SERES:
    Abre tus brazos al amor y la armonía, comparte tu luz con cada ser vivo que se cruce en tu camino. Recuerda, nunca actúes amable o justo solo porque esperas que alguien más actúe de la misma manera contigo. El amor que das es un regalo en sí mismo.
    No lo olvides, todos somos parte de la misma esencia, todos somos uno. No escatimes en amabilidad con aquellos que te rodean, con toda criatura y con nuestra maravillosa Madre Tierra, porque la bondad es la esencia misma que nos define.

Si te resuena esta fascinante energía curativa, ¡no te pierdas la oportunidad de unirte a la tribu de Reikistas! Ponte en contacto conmigo y comienza tu viaje en el nivel 1. verás como el Reiki aportará tanto en tu vida como ha aportado en la mía y en la todos los alumnos y alumnas que ya se han iniciado con “Cree en ti”.